Alberto Atauri, Fernando Cabo y Antonio Cadena unieron su camino siete meses atrás para abrir La Zapa de Dos de Mayo, una zapateria de toda la vida situada en el barrio de San Francisco. Se caracteriza no solo por la reparación de zapatos, sino también por la fabricación de los mismos desde cero y a gusto del consumidor. Alberto y Fernando, dos educadores sociales con el hobby en la artesanía textil, conocieron a Antonio, zapatero de nacimiento y fue la fusión perfecta para abrir el negocio.
A día de hoy, la zapateria, La Zapa de Dos de Mayo, situada en una de la calle Dos de Mayo, una de las más emblemáticas del barrio San Francisco, ha sido nominada a la decimotercera edición de Comercios que dejan huella, organizados por Bilbao Dendak , entre otros 17 comercios que han sido elegidos como finalistas.
Pregunta. Están entre los ocho nominados a la Edición XIII de Premio de Comercios que dejan huella en Bilbao ¿Cómo recibieron la nominación?
Alberto Atauri. Con sorpresa y fue una historia bonita. El origen de todo esto se encuentra cuando abrimos la zapatería, la Asociación de Empresas y Comerciantes de San Francisco, Bilbao La Vieja y Zabala se presentó en La Zapa para saber si queríamos formar parte de la asociación y así fue.
Entonces, la asociación hace un vídeo de presentación del comercio, para darte a conocer a nivel local y luego cuelgan en sus redes. Ahí nos conocieron en Bilbao Dendak, que es la asociación a nivel de todo Bilbao, les gustó la idea y el proyecto. Fue entonces cuando nos incluyeron en su ruta de “Comercios que dejan huella”. Al final ha sido como un amor a primera vista y además, para un negocio que lleva apenas siete meses. La verdad que nos sentimos arropados desde el principio.
P. ¿Cómo lo ven? ¿Hay posibilidades?
R. Seguro que ganaremos. Es más, creo que hemos ganado porque lo importante no es el fin, sino el transcurso desde que nos dijeron que estábamos nominados, la presentación de todos los comercios, etc., es decir, toda la repercusión que está teniendo ahora. Nosotros acabamos de llegar y estamos felices de que nos haya, aunque sea, señalado con el dedo.
Pregunta. ¿De dónde surgió la idea de crear La Zapa de Dos de Mayo? ¿Y por qué?
A.A. Somos dos socios, mi compañero Fernando Cabo y yo. Trabajamos en el negocio del cuero desde hace muchos años. De hecho, Fernando tiene en la calle Dos de Mayo un taller de cuero que se llama “Revoluciona taller”, donde dan clases para aprender a hacer bolsos, carteras y cualquier complemento hecho con cuero. Por mi parte, empecé hace unos años a hacer zapatos y también tengo un taller aquí al lado, en la calle Las Cortes.
Además de esas dos aficiones nuestras, somos educadores sociales y al final, surge la idea de montar una zapatería por una serie de sucesos. Por un lado, la posibilidad de comprar una zapatería que cerraba y también haber conocido a Antonio, que vino hace un año de Venezuela, y es zapatero de toda la vida.
P. Como ha comentado, trabajan tres personas ¿Cómo se dividen el trabajo?
A.A. El que realiza los zapatos, es Antonio. Fernando y yo somos meros gestores, aunque en mi caso suelo diseñar los modelos que realizamos aquí. En mi taller, me dedico a diseñar desde la horma un primer modelo y de ahí saco un prototipo con pieles viejas o con un material llamado goma eva, utilizado mucho en las escuelas. Posteriormente, miró a ver si se ajusta bien , del empeine y el talón. En caso de que ese zapato nos convenza , empieza a hacerlo Antonio en la zapateria.
P. ¿Hay algún motivo por el cual decidieron situarse en el barrio de San Francisco, en concreto en la calle Dos de Mayo?
A.A. Originalmente no vinimos a esta calle porque nos gustará más o menos, sino que teníamos este local y aquí empezamos, aunque te hablo de hace 15 años. Desde entonces hasta ahora, y también por la condición de que hemos trabajado como educadores sociales habiendo trabajado mucho en este barrio y lo conocemos un montón.
Hemos acabado instalando aquí, con la zapatería, hace nueve meses, mi taller de la calle Las Cortes y Revoluciona Taller y . Al final, la calle Dos de Mayo es muy emblemática y muy bonita, que actualmente está viviendo una situación peculiar. Se están abriendo negocios, relacionados con la artesanía y la hostelería, muy cuidados y elaborados. Esa realidad choca con la de la propia inmigración. Se trata de una calle, donde conviven personas de distintas etnias y realidades, que están intentando convivir ahora.
P. ¿Cuál ha sido el feedback que han recibido de los clientes?
A.A. El feedback ha sido super bueno. Somos una zapatería de toda la vida y nos dedicamos a reparaciones, pero con el añadido de que también fabricamos los calzados a medida y personalizado. Por tanto, la aceptación ha sido muy bonita, y sobre todo, a nivel de barrio, que para nosotros es lo más importante. La gente nos ha ido conociendo poco a poco, hemos hecho buzoneo y con ello, hemos descubierto que las personas todavía guardamos nuestros zapatos viejos en el armario y queremos arreglarlos. A la gente le ha gustado mucho y además, a día de hoy no había ninguna en San Francisco y Bilbao La Vieja aunque si hay una en Zabala.
Alberto Atauri, "Es un mundo de consumo que está ahí y que a nosotros no nos gusta, pero tampoco queremos combatir con él"
P. Cómo ha comentado es un negocio de toda la vida, ¿cómo se están adaptando a la actualidad del mercado de zapatos?
A.A. Son dos mundos que se complementan muy bien, el suyo y el nuestro, ya que hay de todo. Hay personas que compran sus botas en Berhska y que se les ha rajado la suela. Por tanto no hay arreglo, ya que aunque la arregles se terminará rompiendo porque están fabricadas de plástico y no de piel. Son de mala calidad y de temporada, por tanto son para lo que son.
Es un mundo de consumo que está ahí y que a nosotros no nos gusta, pero tampoco queremos combatir con él, ni podríamos siquiera. La realidad también es distinta, porque por ejemplo, la gente que tiene unas Dr Martens y las tiene desde hace 15 años, se les coge cariño y los quieren arreglar. Y eso hacemos aquí, le podemos cambiar la suela, restaurarlo y lo mismo con un zapato antiguo. Al final, en este negocio hay sitio para todos.
Alberto Atauri, "Es muy complicado hacer un zapato y que además lo puedas llevar puesto"
P. No solo se dedican a la reparación de zapatos, sino que los fabrican desde cero, ¿no? ¿es duro?
A.A. No es duro, sino bonito y muy difícil. En definitiva es muy complicado hacer un zapato y que además lo puedas llevar puesto. No es fácil. Es una profesión en sí misma, hay que ir aprendiendo. En mi caso, lo he ido aprendiendo desde hace pocos años, despacito y a modo de hobby. Al final es un océano entero y hay que ir con paso firme.
P. ¿Cuál es el tiempo aproximado que necesitan para elaborar un calzado?
A.A. Nosotros calculamos que hacemos un par de zapatos por día, teniendo en cuenta que hay tiempos que debemos respetar como los de secado de las colas, etc. No se puede empezar un zapato ahora y hacerlo de seguido. Los zapatos durante el proceso tiene que respirar y necesitan unos tiempos.
P. ¿Qué tipo de pieles utilizan?
A.A. Las que más trabajamos son las pieles vacunas y de curtición vegetal, lo que quiere decir que cuando se curten se hacen con aditivos vegetales y no químicos. Dentro de las pieles vegetales, especialmente nos gusta las que son con un acabado encerado siendo las que más utilizamos. También usamos pieles veganas, que vienen directamente del reciclado de botellas de plástico. Son muy diferentes pero las utilizamos ya que hay mucha gente, incluído nosotros, a la que le gusta el mundo vegano y del reciclaje. Sin embargo, usamos más pieles animales.
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