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San Francisco y su desarrollo sociodemográfico

Actualizado: 6 ene 2020

Es innegable que Bilbao ha sufrido un cambio estratosférico en todos sus aspectos en los últimos cincuenta años. No solo a nivel urbanístico o de transporte, también en la industria y, por supuesto, en la sociedad, con todo lo que eso conlleva. El conocido como ‘efecto Guggenheim’ transformó una ciudad gris en lo que es hoy en día, una villa vanguardista que poco o nada tiene que envidiar a grandes capitales europeas.


Sin embargo, hay barrios o zonas que no han querido o no han podido, por diferentes motivos, adaptarse a esos cambios. Es el caso del barrio San Francisco, donde a día de hoy siguen en pie la última cabina telefónica y la última tienda de ultramarinos de Bilbao.



San Francisco en los 90. Foto: El Correo

Fue en la década de los 90 cuando el Ayuntamiento de Bilbao puso en marcha un plan de regeneración urbana el cual animó a mucha gente a comprar sus viviendas en el barrio. En total se construyeron alrededor de mil viviendas. A todo esto se le suma la inversión millonaria que realizó el consistorio en mejorar varios aspectos de la zona, tales como el arreglo de las aceras o el alumbrado de las calles.


Por aquel entonces la inmigración no era tan cuantiosa como lo es ahora, pero la diversidad étnica y cultural era ya una realidad en San Francisco. En el año 2008, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de la población extranjera en el barrio de San Francisco era del 31,7 %. En Zabala, sin embargo, tan solo era el 13 % y en Bilbao La Vieja, el 19 %. El hecho de que casi un tercio de la población fuese migrante era un dato ya más que significativo, y se empezó a reflejar en el día a día del barrio.


Pronto comenzaron a abrir sus propios negocios, desde peluquerías a restaurantes, y eso derivó en la creación de una zona donde la multiculturalidad y la diversidad étnica se convirtió en uno de sus mayores activos.


Desde entonces, esas cifras han ido creciendo exponencialmente no solo en San Francisco, también en Bilbao. Según los últimos datos facilitados por el Observatorio de inmigración en Bilbao, Ikuspegi, correspondientes al año 2018, de todos los habitantes de Bilbao, 27.609 personas tenían nacionalidad extranjera (el 8 %), mientras que 41.766, el 12,1 %, eran de origen extranjero. Tal y como explica el informe de Ikuspegi, “Es importante distinguir entre personas de nacionalidad extranjera y personas de origen extranjero, debido a los procesos de nacionalización que se dan cada vez en mayor medida. Así, podemos observar que la “brecha” entre las personas de nacionalidad española y personas nacidas en el extranjero ha ido aumentando desde el 2011. En el año 2018 hay 27.609 personas de nacionalidad extranjera y 39.344 personas nacidas en el extranjero”.


Marruecos, el país más representado


Actualmente, la nacionalidad extranjera más numerosa es la marroquí, con un 10,4 %, seguida de la rumana (9 %) y la boliviana (8,4 %). Estos datos contrastan notablemente con los ofrecidos por el mismo observatorio en 2005, cuando lideraban la lista los colombianos y los marroquís ocupaban el cuarto puesto con solo un 6,2 %.



Un hombre espera a cruzar una calle en San Francisco. Foto: El Correo

San Francisco alberga el mayor porcentaje de población extranjera de Bilbao, con un 27 %. Le preceden Zabala con un 19 % y Bilbao La Vieja con un 15 %. A su vez Ibaiondo es, desde 2008, el único distrito bilbaíno que ha bajado el porcentaje de extranjeros. Esto se debe


La población marroquí, que ha acontecido un crecimiento exponencial la última década, también es mayoritaria en los barrios de Ibaiondo.


“El barrio y la gente ha cambiado mucho. Cuando yo vivía allí nos conocíamos todos, teníamos un trato más cercano entre los vecinos. Ahora, cuando paso por allí, no me siento en casa”, dice Eduardo Andrade, quien a sus 86 años ha presenciado en primera persona el desarrollo del barrio durante los diez años que vivió en él. "Es verdad que ha pasado mucho tiempo desde que no vivo en San Francisco y que ahora solo paso de vez en cuando, pero me vale para ver cómo ha cambiado. Antes la mayoría de extranjeros venían de sudamérica, había mucho colombiano, y ahora se ven más de países del este", dice.


Un grupo de inmigrantes sentado en una terraza de Bilbao la Vieja. Foto: Cadena SER

"La diversidad le da un toque especial al barrio"


Ahmed Bijou fue uno de los primeros marroquíes en llegar a San Francisco. Fue en el año 2005, cuando todavía la población latinoamericana era muy superior en cuanto a número comparado con los magrebíes. “Cuando yo llegué no había casi nadie de Marruecos. No hablaba casi español y me costaba encontrar a alguien para hablar en mi idioma”, explica con un castellano con el que, aunque todavía le cuesta expresarse, pone todo su empeño en hacerse entender. También cuenta cómo ahora se siente “más integrado” porque, además de llevar casi quince años en el barrio, ahora tiene relación con más compatriotas. Su hermano Moha, que también reside en el barrio, añade: "A mí me costó más porque no hablo el idioma (castellano), pero me siento como en casa".


A pesar de que está “encantado” con que sus paisanos decidan ir a vivir no solo a San Francisco, sino también a los aledaños como Zabala o Bilbao la Vieja, admite que lo que más le gusta del barrio es que haya gente de muchas culturas y nacionalidades. “Que haya gente de otros países, colombianos, rumanos, senegaleses… Eso le da un toque especial al barrio”, afirma.


Si algo está claro, como bien explica Ahmed, es que sin la migración, proceda de donde proceda, San Francisco no sería San Francisco. La procedencia de sus habitantes tan solo es un reflejo directo de la migración mundial.

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